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El canterano completó 56 servicios buenos como lateral derecho y dio fluidez a la salida de balón
La recuperación de Sergiño Dest y de Sergi Roberto (si bien este regresó dos meses después en el segundo tiempo jugando en el centro del campo) puede hacer perder protagonismo a Òscar Mingueza, ya instalado en el primer equipo desde la lesión de Gerard Piqué a finales de noviembre. El defensa de Santa Perpètua de Mogoda ha disputado en enero siete partidos y en seis de ellos ha actuado como lateral derecho, una posición que ya conocía de las categorías inferiores, incluido el filial. Sólo en Granada (0-4) actuó de central derecho junto a Samuel Umtiti.
Y es precisamente su conocimiento del estilo de juego del Barça desde pequeño lo que le permite salir muy airoso con el balón en los pies haciendo gala de su criterio para sacarlo desde atrás y avanzar. Las cifras del domingo lo confirman con 56 pases buenos y sólo dos malos pese a los pegajosos marcajes del Athletic. Y de su instinto ofensivo nació el desmarque que vio Dembélé para dar luego el pase de la muerte a Griezmann en el 2-1. Es su segunda asistencia con los mayores. En el 0-4 de Kiev a peinó un córner para que Braithwaite marcara.
