Después de que los responsables de sanidad de la Generalitat de Catalunya y los representantes del FC Barcelona acordaran ayer de manera oficial que el Barcelona-Nápoles , correspondiente a la vuelta de los octavos de la Champions League y previsto para el próximo 18 de marzo a las 21 horas, se jugará a puerta cerrada, el club italiano está a la expectativa.
Según informaron a MD fuentes del Nápoles, la entidad que preside Aurelio De Laurentiis está pendiente de recibir instrucciones del gobierno italiano y de la UEFA para definir si se desplaza a Barcelona y cómo lo hace.
Hay que tener en cuenta que el gobierno español decretó ayer que ningún avión con origen en Italia podrá aterrizar en España entre hoy y el próximo 25 de marzo, teniendo en cuenta que el país transalpino es uno de los europeos que más está sufriendo el coronavirus, con más de 10.000 contagiados y con 631 fallecidos. Entre las excepciones que contempla la medida anunciada tras el Consejo de Ministros español figuran las aeronaves del Estado, escalas con fines comerciales, vuelos poscionales, los exclusivos de carga, los humanitarios o los que estén provocados por asuntos médicos o de emergencia.
A la espera de ver cómo organiza su plan de viaje a Barcelona, las mismas fuentes del Nápoles ya desmintieron a MD que sea cierto que hayan decidido no viajar a Barcelona. Lo único que hizo el Nápoles fue emitir un comunicado en su página web para informar a todos aquellos aficionados italianos que habían adquirido entrada a través del equipo transalpino que les devolverán el importe de la localidad.
Las pérdidas para el Barça
El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, explicó en el coloquio del Foro Barcelona Capital, organizado por el Círculo Ecuestre y dirigido por Santi Nolla, director de Mundo Deportivo, que el Barça antepone los intereses de salud a los económicos. “Primero quiero decir que lo primero es la parte de la salud y colaborar con las autoridades sanitarias, luego hay un componente de que hay una pérdida económica no sólo para el Barça sino para cualquier club que tenga que jugar a puerta cerrada. En el caso del Barça puede estar alrededor de los 6 millones de euros, pero vuelvo a decirlo, eso no es lo importante”, recalcó el presidente azulgrana.
Bartomeu detalló cómo fue el proceso para acordar que el encuentro ante el Nápoles se declarara a puerta cerrada. “Esta mañana -por ayer- hemos tenido una reunión con la Generalitat y ha habido una recomendación muy firme de jugar el partido puerta cerrada. Lamentamos mucho que esto afectará a los socios y aficionados, y al mundo del fútbol. Pero creemos que es una situación excepcional que estamos viviendo”, destacó.
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